El Médico de Cabecera

Del latín patior , páteris, passus suma, que quiere decir padecer, deriva el vocablo “paciente” que a su vez, es primo hermano de la palabra “paciencia”.
El paciente padece la enfermedad y tiene que tener mucha, pero que mucha paciencia, para curarse desde luego ,pero sobre todo, para acudir a su médico de cabecera del sistema sanitario público, se ve que en Roma ya ocurría algo similar de ahí el origen de la palabra.
Tras mi experiencia personal, recientemente vivida y fresca en mi memoria, para obtener mi baja/confirmación/alta laboral, he de reconocer que ha sido la plasmación suprema del significado de la palabrita en cuestión.
Te dicen, va con cita previa…¡un eufemismo1,¿para qué? como media la espera es de una hora, eso con suerte y no se te cuela algún usuario avezado en estas lides, como el anciano sordo que iba detrás de mi y con el que fue imposible llegar a un acuerdo debido a la dificultad de comunicación ,su irascibilidad y el bastón que portaba.
Por otro lado, son lugares donde, quizá por presupuesto o como medida de disuasión, suele haber más usuarios que sillas, con lo que además de enferma ,te pegas un plantón de padre y muy señor mío, eso o te llevas un taburete plegable ,como hice yo en mi tercera y última visita imitando a otros ciudadanos experimentados, que de todo se aprende.
Si tienes la mala suerte de que la consulta de tu médico comparta proximidad con la de pediatría como es mi caso, ni te cuento, eres atacado por hordas de infantes enfermos o sanos ,que enarbolan piruletas de frambuesa ,regaladas por las enfermeras del lugar ,para controlarlos y que a poco que te distraigas, acaban pegadas en tu ropa.
Por supuesto, en estos lugares, ríanse ustedes de la protección de datos ….tu nombre lo conocen desde el principio cuando te preguntaron que número tenías al verte llegar, pero además, aproximadamente al cabo de unos 20 minutos de llegar , tras someterte a un examen visual no concluyente, algún congénere se interesa por ti ¿Y usted a que viene? estás lista…..entonces tienes dos opciones ,una te quedas muda , la peor sin duda, porque en ese momento te cuenta su problema de salud, presente y/o pasado ,con pelos y señales ,lo que indefectiblemente, deriva a un coloquio al que se suman otros pacientes, sobre juicios clínicos, diagnósticos y pronósticos y por supuesto de remedios ortodoxos y de los otros, de lo más peregrino …. la otra, pues ,te inventas algo diferente de la realidad ,cuanto más complejo mejor ,para cautivar al personal y no revelar la verdad ,que luego te los encuentras en la panadería y vaya usted a saber, pero claro ,para esto hay que estar versado en terminología sanitaria que no es fácil.
Para remate ,cuando tras 70 minutos ,más o menos, de espera paciente y resignada , tras haber sido avasallada, interrogada y con una mancha de color frambuesa en la manga gracias al tierno infante de turno cuando se te cerraron los ojos ,un momento nada más, consigues entrar a la consulta ,prometiéndotelas muy felices viendo próximo el fin, ¡¡¡nada de nada!!!, habida cuenta de que tu médico de cabecera ni te conoce ,te ha de hacer el rastreo completo(le llaman historial, no se va a fiar de ti así de primeras, noooo), incluidas pruebas de andar por casa ,como por ejemplo, una toma de tensión con un aparato antediluviano ,que funciona fatal y que te da por muerto según el registro ,una miradita a tu garganta/oídos y una auscultación más o menos exhaustiva ,aunque tu patología no tenga nada que ver con el sistema respiratorio ,pero……ha de cumplir el protocolo, faltaría más.
Finalizada la exploración y tras rellenar formularios varios… ,si has sido convincente, procede a darte los ansiados papeles y fin del cuento, total 2 horitas de nada, reconozcamos que hay que tener paciencia ,mucha paciencia, para ser paciente.
Bueno ,hoy , como apoyo multimedia un par de videos ,¡¡¡cómo no!!!ya que estamos ,de médicos….y un link a otro de Mister Bean en el médico dónde plasma lo de la sala de espera.
Feliz semana a todos.