El Taburete Sanitario

En los días pasados en que tuve que asistir como acompañante a una consulta de un ilustre galeno, sito en un hospital de la Sanidad Pública, aprovechando la “celeridad” con la que fuimos atendidas mi enferma y yo, me dio tiempo más que sobrado, de hacer unas sesudas reflexiones ,al observar y padecer, la escasez de sillas/bancos disponibles para el ingente personal doliente y sus lazarillos .
No se como di a caer ,en que la solución idónea para evitar bipedestaciones agotadoras, provocadoras de patología varicosa (varices) sería ,rescatar del pasado una especie de taburete plegable que usaban muchas piadosas mujeres (nunca vi a ningún hombre portándolo)cuando acudían a realizar sus oraciones a las iglesias, se parecen mucho a los que utilizan los cazadores ,pero el cuero estaba dispuesto en tiras para poder colgártelo al brazo, como tenía por costumbre una de mis abuelas(la pía) y que actualmente no existe ,desgraciadamente lo rompí haciendo equilibrios sobre él imitando a un funambulista, ¡¡en que ¡mala hora!!!
A lo que iba, si en la puerta de estos insignes y eficaces edificios hospitalarios, según te ponen el sello de registro de llegada ,te deberían facilitar el por mí ingeniosamente bautizado como “taburete sanitario” ,tu ,tan ricamente ,te lo cuelgas al brazo ,buscas un lugar estratégico en la sala/pasillo de espera, no demasiado lejos de la consulta correspondiente, no vaya a ser que no oigas a la enfermera cuando “brame” tu nombre, y a hacer crucigramas con las piernas descansadas.
Claro después, siendo consciente de que es mucho pedir, ya que al mes, habrían desaparecido la inmensa mayoría de estos artilugios, dada la tendencia de los ciudadanos a apropiarse de objetos de uso común ,como ocurre con los carros de los supermercados, por poner un ejemplo(en nuestro garaje hay uno) ,seguí con mis cavilaciones, y deduje ,que lo mejor ,es tener uno en propiedad, en vista de la cantidad de largas esperas que soportamos durante el devenir de nuestras vidas, pongamos por caso la cola de la renovación del DNI pese a la cita previa, o la del autobús/metro o ante la dotación escasa de bancos en los jardines públicos o en cabalgatas/procesiones/eventos deportivos/exposiciones de pintura o incluso, dados los tiempos que corren, en la cola del paro ,estas situaciones viviéndolas sentados ,además de proporcionarnos descanso y comodidad, imprimiría unos aires de tertulia a cualquier espera y fomentaría la confraternización con los demás usuarios, si además le sumamos un termo con café….seria el entorno ideal para hacer nuevos amigos ¿no creéis?
Tras estas conclusiones , fruto del desbarre mental que provoca la ociosidad forzada , os dejo el video del momento ya que he mentado a los parados, una modalidad para pedir trabajo con música y buen humor, ¡genial el chaval!