domingo, noviembre 28, 2010
La Herencia y La Genética
Erase una vez........así podría empezar hoy este escrito porque ,tiempo ha ,mi abuelo cuando redactó su testamento,tuvo la genial idea en aras de que no hubiera discordia familiar de legar su casa en herencia a sus nietos ,repartida a partes iguales,eso si ,con una condición y es que ,otorgó a su vez el usufructo vitalicio del inmueble ,a su "sin par" última amante de entonces o compañera sentimental como se define en la actualidad,pero claro,como gran seductor de confirmada fama,aquella señorita ,era a la sazón,bastante más joven que él ,cualidad esta que iba acompañada ,cosa de la que doy fé, de un componente de longevidad muy potente,tan longeva fue,que en elperiodo en que ella sobrevivió a mi abuelo y nosotros quedamos a la espera de heredar, la han precedido en el cementerio,dos de los abogados que nos gestionaban el recurso del testamento que es el derecho al pataleo que ejerció mi madre en aquellos momentos instigada por mi abuela,cosa de todo punto entendible.
Claro que como a todos llega el momento de forma inexorable , la citada señora fué llamada a los cielos o infiernos(vaya usted a saber)no hace ni dos meses. Y esa es la situación, en plena crisis,hemos heredado ,por fín ,ese octavo de casa (somos ocho)que nos corresponde a cada uno de nosotros y que veremos ,quien es el guapo que nos la compra. Ante tal tesitura ,deduciréis mis sagaces lectores que tuvimos que convocar una reunión de nietos ,para repartirnos baldosas, terraza baños y demás habitáculos y decidir estrategias a seguir,por lo que nos pusimos en contacto con "los otros"a los que ,sin ánimo peyorativo en el adjetivo,no veíamos desde la última boda ,hace ya varios años y que además, dada la "sociabilidad de mi progenitor" hacia su familia política (la de mi madre)hemos frecuentado lo mínimo idispensable , por lo que colegiréis ,que nos une una mínima relación,vamos que casi nos son desconocidos. Cuando llegó el momento ,para el que se eligió un terreno neutral(un bar cercano al inmueble en cuestión) ,habida cuenta de los recelos existentes entre el grupo, se consiguió el quorum pertinente para la decisión final de poner a la venta esta herencia y ,tan sólo en un par de horas,cosa que me sorprendió de forma grata ,por la facilidad de entendimiento inesperada.Tras el acuerdo preliminar,procedimos a la visita conjunta de nuestro compartido legado y aquí para mi sorpresa es donde hizo a parición ese lazo familiar que subyacía entre nosotros..........Cada uno de los presentes era portador de lo que he tenido a bien llamar"El Kit del Heredero"y del que os dejo un inventario:
1 juego de destornilladores
6 linternas todas ellas de propaganda y una recargable con manivela
2 cajas de guantes de látex
1 rollo de cinta aislante
1 metro(tambien de propaganda)
1 caja de Kleenex
1 llave inglesa
1 cerradura de recambio
4 impermeables plegable de los chinos
Mascarillas, gorros de papel, y bolsas de la basura
Y yo que ,haciendo gala de mujer práctica por la que me tengo, tan sólo llevaba una máquina de fotos para documentar graficamente la casa .....decir que me quedé estupefacta es poco.......a los 5 minutos,cual empresa multitareas,aqullo fué todo actividad,para dejar lo más presentable posible esta casa en aras de la satisfacción de algun más que improbable,hipotético comprador........durante mi cometido asignado como reportera y clasificadora de antiguas instantáneas ,dispersas por doquier,en mis barruntos mentales, llegué a la conclusión de que en aquella tarde de sábado, sin hacer falta análisis de ADN ,quedó patente que en todos lo de mi ,según creí hasta entonces, dispar familia, estaba presente en su máxima expresión, el gen de la Practicidad.......¡¡¡vaya con el genoma!!!. Despues de lo leído, la conclusión es que pinta bien la situación.Ya os contaré como sigue esta historia de herencia y genética ,tan sorprendente. Ahora os dejo un link a una web interesante para los curiosos aprovechando que hablamos del pasado:
El periódico del día que naciste y tres videos de anuncios simpáticos,en el del móvil os veréis reflejados,yo me acerco el bolso a la oreja ,cuando suena el mío........¡que cosas! Buena semana y abrigaos bien.
domingo, noviembre 14, 2010
Medicos y Ocio
Hola a todos, perdón por la tardanza en reaparecer,gracias y empezamos.
Hoy va de médicos.Tras acudir la pasada semana a un evento social ,que no viene al caso explicar,para mi infortunio,era la única asistente con ciertos conocimientos sanitarios(la inmensa mayoría se dedicaban a la abogacía/empresa/ejército)he vivido de nuevo esa situación ,de por si habitual en los de nuestra profesión en la que,cualquier hijo de vecino,te hace una consulta profesional,entre canapé y canapé y "by the face"o por la cara.
Durante las 3 horas del acto ,fuí consultada por patología de rodilla(un jovezuelo atlético), artrosis de cadera(una señora mayor),una mamoplastia(una reciente madre),la conveniencia o no de aplicarse una vacuna(una doncella de conducta promiscua ,al parecer) y la idoneidad sobre un tratamiento dental(un capitán que buscaba un ascenso y quería mejorar la imagen),esto ya ,durante los dulces,con lo desagradable que resulta que te muestren los piños impregnados de chocolate para una valoración rápida y gratuita, y es que la gente no se corta ni un pelo....con nosotros los galenos.Asi pues ,cuando volvi a mi hogar y meditando sobre el tema, abrí el correo electrónico y dió la casualidad de que había recibido un mail en el que algún desconocido colega , plasmaba mi reciente vivencia y otras similares referidas al ocio de nosotros los médicos y que dejo aquí para disfrute de propios y extraños,no sin antes ,darle las gracias al autor con el que estoy completamente de acuerdo:
Médicos de vacaciones
Los médicos somos propiedad pública, de día, de noche, en casa o de
vacaciones, siempre accesibles y encendidos.
Ahora, en verano, habrá millones de vuelos y cientos de personas que
se encontrarán mal a miles de metros del suelo. Entonces se oirá el
famoso y temido 'por favor, ¿hay un médico a bordo?'.
El resto de los pasajeros continuarán tranquilos, disfrutando de su
viaje, con la seguridad de que nunca se va a oír por el altavoz
anuncios que digan 'por favor, ¿hay una peluquera a bordo? Hay una
señora muy despeinada'. O, 'si hay un arquitecto, por favor, que se
pase por cabina que el piloto necesita una segunda opinión sobre los
planos de su casa'. Y, mucho menos, 'tenemos un pleito entre dos
pasajeros que quieren apoyar el brazo en el apoyabrazos a la vez,
¿hay un abogado en el avión?'. No, claro, qué tontería. La salud es,
al fin y al cabo, lo único realmente importante y el médico siempre
está en la obligación de cumplir con su misión de buen samaritano de
lujo.
El problema es que una llamada de este tipo es complicada. El
susodicho facultativo se puede haber tomado unas cuantas cervecitas
de esas que ahora hay que pagar, o a lo mejor le aterroriza volar y
lleva un colocón a valium.
Pero lo peor es la especialidad. 'Hola soy médico, ¿en qué puedo
ayudar?'. Y al decirlo ves a esta señora detrás agarrándose el pecho
y algo azulada. Si eres psiquiatra, forense, anatomo-patólogo,
microbiólogo, incluso traumatólogo o cualquiera de las otras
especialidades bien lejanas a la urgencia médica, en ese momento no
sabes dónde meterte o incluso te arrepientes de no haber metido
calzoncillos/bragas de recambio en el equipaje de mano.
No puedes hacerte el loco, porque probablemente seas el único del
avión que sabe a qué lado está el hígado, pero claro, de ahí a
hacerte responsable de la señora color pitufo, va un mundo. El
psiquiatra puede asegurarse de que la señora no se deprime mientras
se muere y el traumatólogo le puede revisar las caderas y, si
sobrevive, proponerle una prótesis. El forense, si se espera un
ratito, lo mismo es útil y el anatomopatólogo puede ir revisando los
filetes de la comida, más no.
Lo cierto es que uno no puede pedir a la azafata que sea más
específica y lance un aviso tipo: 'por favor, si hay un médico de
familia-de urgencias-cardiólogo-internista o intensivista, que dé un
paso adelante y los demás médicos, que callen para siempre'. No,
porque un médico es un médico y si hasta los familiares y amigos no
distinguen categorías y le consideran a uno 'chica para todo', mucho
más un extraño.
Porque ser el médico de la familia tiene su miga y tiene
connotaciones variadas. La responsabilidad que te cae encima el día
que entras en la facultad, nunca la viste venir. En caso de problemas
graves de salud de alguien cercano te conviertes en el cabecilla,
filtro, traductor, mensajero y representante de tu tribu. Hasta el
familiar más extrovertido o fanfarrón, el que siempre elige el vino,
en la vida real, te pasa la batuta y te quedas solo ante el peligro.
Y ante los pequeños altercados de salud de tu gente más cercana,
siempre estás ahí, a cualquier hora e independientemente de tu
especialidad o de la distancia para atender las ansiedades, preguntas
y aclaraciones.
Hay hermanos de los que sólo sabes cuando tienen un niño malo,
cuñados plastas de los que te cuentan hasta cuando les sale un grano,
hermanas que te obligan a decidir si ponen las vacunas de pago a sus
hijos o no, tíos que te cogen por banda para hablarte de un hombro
que les duele o madres que te leen cifra por cifra sus análisis de
sangre esperando que tú, por supuesto, te sepas todos los valores
normales. Uno se va haciendo a ello, disfrutando de esa manera
peculiar de querer a tu familia, imaginando lo aburrido que debe ser
que los familiares te llamen sólo para contarte las vacaciones o los
problemas con la hipoteca.
Haces una medicina distinta, en algunos casos incómoda, pero en
otros, tremendamente agradecida. Siempre recordaré las veces que
desde Inglaterra y por teléfono tuve el privilegio de diagnosticar
bronquiolitis o 'croup' a algún que otro sobrinillo.
Y, además de las azafatas, cajeras de supermercado y familiares para
los que siempre estás de guardia y listo para salir corriendo a una
llamada de altavoz o teléfono, están todos esos extraños que
aprovechan cualquier momento para hacerte una consulta. Siempre me
acuerdo de un fontanero que vino a arreglarme la ducha, trabajo que
le llevó un par de minutos, y después, al enterarse de que yo era
médico, me consultó durante un rato por las amigdalitis de su niño,
los problemas ginecológicos de su mujer y sus propios dolores de
espalda y seguidamente me atizó una cuenta que me dejó el bolsillo
temblando (sin recibo, claro).
Se me pasó por la cabeza la situación contraria, ver yo a este hombre
como paciente y luego, como el que no quiere la cosa, pedirle que me
arregle la lavadora rota, gratis claro. No, qué locura, por favor, un
médico es de todos y para todo.
Así que esto es lo que hay, que a los médicos todo el mundo la goza
criticándolos, pero a ver en qué otra profesión vive uno siempre de
guardia. Y para acabar, déjenme que les cuente la anécdota de un
anestesista que acude a la llamada de una azafata para encontrarse
que un cirujano necesita que su colega le ajuste la luz de lectura.
Pues eso, disfruten del verano que luego tienen todo el invierno para
ponerse malos.
Gracias por adelantado .
Ahora los videos hacedores de sonrisas que ,como es de obligación versan sobre sanitarios.
Feliz semana a todos.